GRACIAS...
Hemos venido aquí a cerrar ciclos, a admitir que
el tiempo pasa. Hemos aprendido a caminar, a cambiar, a contener las lágrimas,
a no contenerlas, a soportar horas sentados frente a la mirada escrutadora de
cualquier profesor, a bucear entre los exámenes, a intentar sobrevivir a los
finales, a mirar el reloj, a apreciar el tiempo que se nos escapa entre los
dedos sintiendo como a cada segundo vamos dejando una etapa atrás. Dicen que lo
más difícil es el principio mas ahora que el final no se encuentra ya a la
vuelta de las esquina sino sobre nosotros empiezo a dudar si es tan difícil ese
principio como decían.
Ya no pensamos en
el futuro. Somos el futuro. Negro al principio con amplia tonalidades de grises
ahora, aquí subidos, cerrando etapas. No hay mañana. Somos el mañana. ¿Miedo?
Quizás. ¿Nervios? Probablemente. Somos náufragos esperando la llegada de un pez
abisal en las profundidades del mar saboreando las truculentas aguas saladas,
notando como poco a poco nos vamos acostumbrando al sabor, al olor, a la luz.
¿Cómo hemos llegado hasta aquí? Uniendo fragmentos de experiencias.
Mañanas pasadas por agua, mañanas pasadas por
sonrisas, mañanas pasadas por lágrimas, mañanas pasadas por profesores que lo
único en lo que piensan es: “Ojalá no estén dormidos”
El futuro abriendo la puerta como la puerta que
se abre sola en una clase con Malena. Pisando fuerte y plantificándolo.
Desorientados ante una mesa girada o ante una clase, no hemos conseguido
averiguarlo, no creo ni que Malena lo haya conseguido averiguar todavía. Vale,
sí, bien, de acuerdo. Porque la profe se confunde, no hay que hacerle caso a la
profe. Borramos el encerado y empezamos de nuevo al son de “Hola recogemos todo
tipo de chatarra, baterías, lavadoras, calentadores, alambres, chapas, latas de
todo, gracias”
Remando todos juntos en la misma barca hacia la
misma dirección. Ser alguien que no se pierde ni se acobarda bajo la mirada de
Carmen Miñambres. Sufriendo con Machado con la muerte de Leonor porque…¿Cómo
está Leonor chicos? MUERTA. Miércoles de testeando, compitiendo con la
literatura. Los chicos aún están intentando averiguar cómo ganar una partida.
Porque la literatura se lleva mejor con los ojos cerrados y los pelos
despeinados. Y porque bajo su mirada hemos conseguido estar aquí de pie sin
dudar de nuestros pasos.
Hemos aprendidos a estar callados porque “Mikel,
cala, home, cala”. Porque el resultado parecía 0 pero…”0 é o que vas levar ti”.
Porque hemos descubierto que bajo las mesas ocurren a veces cosas, ¿verdad
Agustín? Y hemos aprendido a hacer exámenes con instrucciones bajo las
persistentes e incoherentes preguntas de Toni pero profe… ¿puedo hacer el
ejercicio 2 con la recta del ejercicio uno? En los momentos de oscuridad
Antonio nos ayudaba a ver luz con un simple “pero…e que non o ves?”
Vamos a enmarcar exámenes porque los exámenes ya
no están hechos para hacer sino para enmarcar. Una sonrisa malévola antes de un
examen de biología con la que el miedo desaparece. Porque el metabolismo es lo
más divertido pero hacer los exámenes la noche anterior lo supera ¿o no Carmen?
La vida es eso que pasa mientras tu pasas las hojas del libro de biología
buscando el final que nunca llega y que si llega siempre habrá alguna fotocopia
que impida ver la luz al final del túnel.
Pero lo más importante es y será siempre mirar
antes de cruzar, ¿verdad Suso? Porque ha caído la evolución de las
constituciones mas nadie se ha visto los apuntes, Suso hemos cambiado todos de
opción ah y por cierto qué viva la transición. Hemos caído todos en
despeñaperros pero sorprendentemente hemos sobrevivido entre apuntes, power
points y algún que otro documental.
Hemos estado esperando como Estrella que las
clases de matemáticas se terminasen, o como con Fernanda, a que llegase la
felicidad del fin de semana.
Porque somos todos unos corruptos, y todos
estamos domesticados como Pino nos ha hecho ver durante todo el curso. De ello
deriva su forma de maltratar a la mesa de la primera fila, por suerte vacía, en
sus constantes escenas de indignación; o de robar tizas o bolígrafos que en
realidad han sido pagados con el dinero del contribuyente; porque, como nos ha
enseñado, no hay nada mejor que ser un mentiroso, o vivir en la mentira;
defendiendo la existencia de unicornos en la portela y dragones en garajes
particulares. Lo que hemos sacado en claro de este curso es que la pasión de
Pino son las matemáticas, y si no que se lo pregunten a Loli; pero bueno,
nosotros seguiremos equivocados, a pesar de que Dobzhansky no sea realmente el
que postuló el dogma central de la biología molecular.
Pero sobre todo, hemos creído que naufragábamos
pero no por ser el capitán sino por ser el barco. Y ahora, en las profundidades
hemos descubierto que no somos cualquier barco, somos un submarino que ha
descendido y descendido sin saber muy bien quiénes éramos. Hemos intentado
fumar en pipa, lanzar monedas, escuchar exclusivamente a cantantes franceses.
Otras veces hemos ido a la playa y hemos mirado al mar, ya que habíamos visto
un documental sobre un prominente pensador que luchó así ante una explicable
pérdida. Incluso hemos tenido una breve fase en la que usábamos sombreros, pero
no duró. Ahora estamos ya rozando la superficie, observando nuestras huellas en
el pasado, mirando a nuestro alrededor y descubriendo una nueva forma de
decirse sin hablar que estamos bajo la misma agua.
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